Gastos comunes, ¿para qué sirven?
Los gastos comunes son los gastos que deben hacer todos los copropietarios de manera obligatoria para mantener y/o mejorar los bienes comunes. Esta obligación se establece por el artículo 4 de la ley del ramo que señala que cada copropietario deberá contribuir a los gastos comunes en proporción al derecho que le corresponda en los bienes de dominio común, salvo que el reglamento de copropiedad establezca otra forma de contribución. Así, por ejemplo si tenemos un edificio de 10 departamentos y sus gastos comunes totales de la comunidad son $100.000 por gastos comunes, a cada comunero le corresponde pagar $10.000.
Ahora, es bueno precisar que no debemos confundir estos gastos con los propios de cada unidad por concepto de servicios básicos (luz, agua, gas), ya que estos últimos se determinan por el uso que se dé en cada comunidad. Para este efecto generalmente cada departamento tiene un medidor. En el caso de los edificios de oficinas la medición de los servicios a veces se puede volver a la regla de los gastos comunes donde se cobra a prorrata de cada oficina en relación con todo el edificio.
Por último, precisamos que de acuerdo a la Ley de Copropiedad existen los siguientes tipos de Gastos Comunes:
Gastos comunes ordinarios: en ellos se comprenden los de administración; de mantención; de reparación; de uso o consumo.
Gastos comunes extraordinarios: son los gastos adicionales o diferentes a los gastos comunes ordinarios y las sumas destinadas a nuevas obras comunes